martes, 22 de noviembre de 2011

El Precio del mañana (In time)


Will Salas (Justin Timberlake) habita un mundo en donde todos mágicamente dejan de envejecer a los 25 años. A partir de ese momento, sólo tiene un año de vida, es por eso que es necesario conseguir un empleo para aumentar tu longevidad, el detalle está en que la moneda de cambio para pagar la renta, comprar un café o hasta llamar por teléfono, es tú tiempo. Por lo tanto las personas de clase alta viven eternamente a costillas de aquellos que laboran en sus empresas. Cuesta tiempo el viajar de ciudad a ciudad o como el filme insiste en llamarles “zonas horarias”, así que los jodidos jamás podrán mudarse y estarán segregados a sus miserables vidas hasta que se les acabe el tiempo y se mueran de un ataque cardíaco.  En el antebrazo de cada individuo, se puede ver tu fecha de expiración con una iluminación fosforescente envidiable y con serias repercusiones a tu seguridad personal si es que marcas demasiadas cifras.
Los primeros minutos están llenos de explicaciones de como funciona el mundo alterno, sólo las suficientes para avanzar la trama, dejando demasiadas preguntas por responder: ¿Cómo la humanidad logra vencer la muerte?, ¿quién creo el nuevo sistema monetario por el cual la sociedad se rige?, ¿las mujeres pueden tener hijos eternamente?, ¿cómo funcionan los cronómetros personales?, ¿se pueden hackear? Sólo por mencionar algunos.
La vida le sonríe a Will y su súper sexy mamá estelarizada por Olivia Wilde, hasta que un día alguien entra en un bar con un siglo de vida en su brazo, algo impensable en ese horrible lugar en donde se vive a segundos. Ya se imaginaran que algunos nativos se dedican a robar para literalmente sobrevivir y por lo tanto quieren ese preciado motín, pero Will siendo tan buena onda, decide salvarlo y así comenzar una serie de diálogos filosóficos (marca Waldo´s) sobre el valor del tiempo y como él siendo prácticamente inmortal quiere morir. Sin explicarnos a detalle que es lo que hace que ese sujeto se quiera matar y sólo su monólogo como prueba de su largo sufrimiento por este mundo, hace que su destino no tan impactante como debió de haber sido.
Después de una escena en donde dos personas corren para abrazarse y que yo pensé que habían caído en desuso. Will decide cambiar de aires y visitar la gran ciudad en donde los “Job Creators” (término muy norteamericano) habitan con el fin de conocer las razones de tan cruel sistema en donde los pobres mueren para que los ricos vivan. Claro que en el camino, no hay nada de malo en disfrutar las bondades del sistema y hasta darse tiempo de jugar póker (el momento más emocionante de la película). Como no puede faltar el amor, entonces conoce a Sylvia Weis (Amanda Seyfried), hija de un magnate ultra poderoso, que ayudará a que Will comprenda lo injusto que es el mundo.
Andrew Niccol visualiza un futuro con aspectos “retro” en el vestuario, edificaciones y automóviles que emiten sonidos patentados por los “Supersónicos”. No se si fue para ser visualmente accesible o simplemente una forma de no complicarse el trabajo. Atrás quedó la calma y elegancia que nos demostró en “Gattaca”, para dar paso al acelere y constantes sermones de como no valoramos el tiempo que tenemos. Al principio las ideas que transmite son interesantes, pero con el transcurso de la película te das cuenta que no hay demasiado que tiene que decir y recurre a rellenar la otra mitad con escenas de persecución de dos villanos creados para crear tensión entre la pareja de enamorados.
Para sorpresa de muchos, la actuación de Justin Timberlake no hunde la producción. Es efectivo al momento de golpear toda persona que se interponga en su camino y hasta logra mantener cierta química con su compañera Amanda Seyfried, no al grado de amor eterno, pero si como un noviazgo que está creciendo en pasión. Si acaso, nos deja a deber en los momentos dramáticos, en donde parece que alguien le esta oprimiendo la cabeza o algo parecido. Mientras la irreconocible Amanda, también logra defenderse al no ser insoportable como la indefensa victima de las circunstancias, inclusive al ver la realidad del mundo hace una creíble transición  a “chica súper poderosa” .

Pais: USA
Año: 2011.
Director: Andrew Niccol
Guión: Andrew Niccol
Actores / Reparto:
Justin Timberlake – Will Salas
Amanda Seyfried – Sylvia Weis
Cillian Murphy – Raymond Leon
Vincent Kartheiser – Philippe Weis
Olivia Wilde – Rachel Salas
Alex Pettyfer – Fortis
Johnny Galecki – Borel
Matt Bomer – Henry Hamilton
Yaya DaCosta – Greta
Toby Hemingway – Timekeeper Kors
Bella Heathcote – Michele Weis
Sitio Oficial: intimemovie.com/

No me quites a mi novio (Something Borrowed)


Existe una cuerda muy delgada entre la amistad y el amor entre el hombre y la mujer. Rachel es una chica responsable y aburrida que durante la universidad se ha enamorado de su compañero mientras estudiaban ambos abogacía. Pero la hermana es totalmente todo lo contrario, pero sin embargo son buenas amigas, llevándose espectacularmente bien. Esta amistad entra en duda cuando Rachel, cumple 30 años, y en la fiesta sorpresa que le preparó su hermana, tiene una aventura inesperada con el hombre su sueños, Dex. La dificultad se torna casualmente porque Dex es el futuro esposo de Darcy. Mientras los días pasan, el momento se acerca y Rachel tendrá que debatir entre la amistad con su hermana, o su verdadero amor.
  
Título: No me quites a mi novio
Título Original: Something borrowed
Reparto: Ashley Williams, Colin Egglesfield, Ginnifer Goodwin, John Krasinski, Kate Hudson, Steve Howey
Género: Comedia Romantica
Duración: 112 minutos
Año: 2011
País: Estados Unidos
Productora: 2S Films, Alcon Entertainment, Wild Ocean Films
Director: Luke Greenfield
Guionista: Jennie Snyder
Música: Alex Wurman